jueves, 10 de octubre de 2013

La relevancia en las redes sociales



Con el desarrollo de la sociedad de la información, parece muy difícil sobresalir ante tanto exceso. Cada dato que emitimos es como un grano de arena en la playa. Sin embargo, existen algunos consejos útiles sobre cómo desarrollar una buena estrategia si quieres abrirte un espacio en las redes sociales. Sí, no he dicho éxito, sino abrirte espacio.
En un artículo en el periódico “El País” publicado hace unos días, se establecen varios elementos a tener en cuenta de cara a posicionarnos en la red. A saber:


  1. Se recomienda ser constante. Es evidente que con la cantidad de personas que trabajamos en la red, si se desiste rápido, no se habrá conseguido casi nada. Tampoco quiero abrir el debate sobre si es necesario actualizar cada red social mucho o poco al día, o si, en  caso de tener un blog, es mejor una entrada semanal a otra diaria. Si hay cierta constancia semanal, la calidad juega un papel primordial, pero tampoco debe obsesionarnos. ¿Por qué digo esto? Pues porque no hay relación directa entre actualizar poco un blog y la calidad. Hay profesionales cuyo blog es actualizado de forma constante y consiguen buenos niveles. Lo importante es el objetivo y, claro está, el conocimiento de uno mismo. Tampoco debemos creernos ningún García Márquez del 2.0. El contenido con el que trabajamos es el contenido que nos interesa profesionalmente. Lo importante, no sólo es parecer un experto, sino también serlo.
  2. Mover contenido atractivo. En esto estoy de acuerdo. Parte de nuestra tarea es, sobre todo, saber encontrar y analizar qué contenido es el más relevante no sólo para nosotros, sino también para los demás. Ser profesional es hacer algo que interesa a un tercero. Este aspecto me parece uno de los más complicados. Analizar y filtrar la información para quedarnos con lo esencial es una ardua tarea. No se trata de retuitear como un loco y de escribir lo primero que se nos ocurra; debemos seleccionar aquellas noticias que consideramos esenciales.
  3. Conversar. Esto es lo que diferencia a una máquina generadora de información de un humano. Conversar es el núcleo del 2.0. Tan importante es preguntar y responder a otros como saber iniciar una conversación por ti mismo. Además, en función de la participación, podrás atisbar lo que más le interesa a la gente, sus opiniones y motivaciones. Aprender conversando es una de las grandes ventajas de Internet.
  4. Nos comentan que hay que estar en todas las redes. Una buena estrategia debe planificar, organizar y estructurar una presencia activa en cada una de ellas.
  5. Contactar con los más influyentes.  Está claro, el “networking” es fundamental. Poder contactar con gente a los que se considerada como grandes expertos en su materia puede abrirnos muchas puertas de cara a darnos a conocer. Incluso, si nuestro trabajo es de calidad, tales profesionales de relevancia pueden convertirse en nuestros prescriptores. Por cierto, tampoco hay que olvidar todo lo que podemos aprender de ellos.

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