viernes, 10 de enero de 2014

Datos masivos o Big Data: el poder de la información



“Big Data” ilustra lo que consideran el comienzo de una era, la de los datos masivos. La recolección de datos comienza a ser tan barata que ya no necesitaremos establecer una muestra para estudiar un hecho de forma de encontrar conocimiento, sino que podremos analizar el conjunto total de datos, lo que nos permitirá establecer resultados mucho más precisos, más baratos y también más inesperados.

El texto que preside esta entrada está extraído de un interesante entrevista realizada a  Viktor Schönberger,autor del libro "Big data, la revolución de los datos masivos", publicada el verano pasado por eldiario.es.  

La información es poder, está claro, pero, en la actualidad, el exceso de datos hace que sea filtrar, examinar y separar el grano de la paja la gran tarea de los analistas. Quien consiga esto -gracias sobre todo a las nuevas tecnologías, pero también a la formación y a la capacidad de análisis de los profesionales- tendrá una enorme ventaja competitiva frente a todos los demás.

Según Viktor, es posible que la mayor base de datos la tenga Google, incluso por encima de gobiernos y otras corporaciones.  Google “tiene alrededor de un millón de discos duros donde guardar datos” cuya capacidad, aunque es desconocida, puede indicar el tamaño colosal de lo almacenado por la empresa norteamericana. Google es un contenedor increíble de datos que recibe información sobre todas nuestras búsquedas: tecleamos preguntando por una calle, cómo se escribe una palabra, dónde comer en una ciudad y un largo etcétera. Pero, además, Google sabe qué vídeos nos gustan en YouTube, qué páginas en Google+, qué visitamos, qué leemos y qué aficiones tenemos en general. La economía de la atención es dominada por esta empresa hasta la fecha, a pesar de que Facebook tiene también una fuente de información de valor incalculable. La competencia entre los dos gigantes empieza a ser cada vez más palpable.

Ni Google, ni Facebook, ni siquiera Amazon -cuyos clientes se mueven mucho por el sistema de recomendaciones a la hora de comprar- existirían sin los datos masivos. La información es poder… y dinero. Es orientar una campaña de marketing o segmentar mercado, pero, sobre todo, es la capacidad de tomar decisiones en base a una información cada vez más fiable.

A nivel gubernamental, una de las preocupaciones  que debemos tener los ciudadanos sobre la utilización que haga el  poder con estos datos no sólo es el espionaje, sino que, en función de la información, se realicen predicciones que terminen perjudicando a los ciudadanos. ¿Terminaremos como en Minority Report,  arrestando a gente antes de que cometan el delito? Parece ciencia ficción, pero opiniones o decisiones que vayamos tomando desencadenan una serie de datos en la red, por lo que, como bien nos dijo Snowden, es muy probable que estemos siendo controlados.

De ahí la necesidad de la transparencia, enlazando con conceptos como el Open Data e inclusocon el Open Goverment. La administración pública debe permitirnos trabajar con los datos, debe ser transparente y abierta; lo contrario, la opacidad, es un nido de corrupción y arbitrariedad.

En este sentido, ¿cuál es el papel de los profesionales? En muchas ocasiones he escrito sobre redes sociales y el empleo, pero la entrevista se centra en el papel de los periodistas. Según se establece, no es tan importante que un periodista sepa programar como que sea capaz de pensar con la mentalidad de datos masivos. Pasa lo mismo que cuando hablamos del 2.0; es más una actitud, una forma de plantar cara a la generación y dinamización de contenidos que de dominar herramientas tecnológicas.

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