viernes, 2 de mayo de 2014

La intención de utilizar desempleados como mano de obra barata




La obligación de un desempleado -más que la obligación, es su principal cometido, porque si no, no estará registrado en el paro- es la de buscar trabajo. Toda actividad que desarrolle en su tiempo de “inactividad” laboral debe invertirlo en formarse, buscar empleo, reciclarse y un largo etcétera de actividades que pueden ayudar a su empleabilidad.

En este país, con un 26% de tasa de paro, estamos convencidos todos de que trabajo, lo que se dice haber, hay poco. Aun así, desde muchas instituciones se está cogiendo la manía, que arranca desde hace lustros, de criminalizar al desempleado como si fuera un flojo que quiere vivir parasitando del estado. De esto se deduce que, en vez de implementar más políticas públicas de empleo, ahora determinadas comunidades autónomas intentan obligar a los desempleados a desarrollar trabajos “voluntarios”.

La figura de “colaboración social” se está expandiendo, y es que tras los despidos de mucho personal en la administración y la falta de contratación de interinos se teme que se utilice a los desempleados para cubrir estas vacantes.  El Tribunal Supremo fui nítido en este aspecto y dictó una una sentencia “en la que señalaba que las administraciones no pueden usar esta fórmula para cubrir tareas habituales y permanentes, sino que deben justificar que se trata de trabajos temporales acotados en el tiempo. Su pronunciamiento se produjo después de que dos desempleadas demandaran a la Administración canaria por considerar que su colaboración social había sido en realidad una relación laboral. El Supremo les dio la razón y dictaminó que se trataba de un despido improcedente”.

Porque la pregunta es: si se necesita gente para que colabore, ¿por qué la administración no la contrata? Pues porque tendría que pagarles y establecer una relación contractual. Una vez más nos encontramos con la austeridad mal entendida. Si las políticas de empleo son esto, mal vamos.
La noticia que leemos en la prensa también determina que Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Madrid y Murcia “incluyen entre sus objetivos fomentar la figura de la colaboración social”.  Un objetivo incorporado  en el eje de "Oportunidades de empleo". “La Comunidad de Madrid va más allá y adopta también este objetivo en el eje de "Formación"”. Claro, si no lo pintan como que es formación, al igual que un Taller de Empleo, se estimará que esos desempleados están trabajando, por lo que deberían tener un contrato, un salario y unas cotizaciones correspondientes a la labor desempeñada.

Si quieren poner al desempleado a trabajar, que le hagan un contrato; si quieren mejorar la empleabilidad, que regulen y revisen un sistema de formación para el empleo que tras los diversos escándalos de malversación de fondos está, desde hace tiempo, herido de muerte.

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