lunes, 9 de febrero de 2015

Inteligencia emocional de Daniel Goleman





Leo hace poco en la revista Forbes un artículo sobre Inteligencia emocional y me acuerdo del clásico best seller de Daniel Goleman que popularizó internacionalmente dicho concepto. Y la verdad es que mucho se habla últimamente sobre este tipo de inteligencia, sobre lo importante que son, más allá de tu formación, determinadas habilidades relacionadas más con las emociones que con otros ámbitos otrora más “serios”. ¿Por qué hay personas  que llegan a ser grandes líderes pero, sin embargo, tampoco eran grandes lumbreras en sus estudios ¿Estamos equivocados cuando se habla de la existencia de cierto “magnetismo” en ciertas personas? Como dice Eduardo Punset, el futuro requerirá aún más educarnos en las emociones, pues  son más importantes de lo que nos creemos. 

En un mundo en constante cambio, guiado por el estrés y el enfado, parece ser que cada vez más nos vemos arrastrados por sensaciones negativas, henchidas de pesimismo, que en muchas ocasiones nos bloquean.  Incluso, me atrevería a decir, también desencadenan arrebatos llenos de violencia. Por ello, Goleman establece al principio del libro (pág. 149) que el autocontrol y la empatía son dos actitudes morales que “nuestro tiempo necesita con urgencia”. Que haya motivos para estar enfadado no tiene que ser sinónimo de enfadarte con el primero que te encuentras. 

Por lo tanto, la inteligencia emocional se centraría en el control de la emociones o, mejor dicho, en saber gestionarlas. Para ello, según Goleman, estaría bien que alguna vez se enseñara en el sistema educativo habilidades como “autoconocimiento, autocontrol, empatía, arte de escuchar, resolver conflictos y colaborar con los demás” (pág. 17). Como podéis ver, estas habilidades son cada vez más tenidas en cuenta en el mundo laboral pero, incluso, según muchos expertos, la gente que ha tenido éxito en la vida (negocios, mundo del arte)  posee, por lo visto, una inteligencia emocional altamente desarrollada.
Las emociones son impulsos y, por lo tanto, conocer bien esos impulsos y saber controlarlos es algo que debería ser norma natural en los humanos. El miedo o el enfado pueden convertirse en pésimos aliados para poder desarrollarnos como personas. Aunque sea normal tener miedo o enojarse,  lo que jamás puede ocurrir es que se conviertan en un acicate que nos bloquea, que nos nubla la vista y nos impide decidir con lucidez.
Es curioso porque, en la página 29, el autor nos habla de “nuestras dos mentes”: una emocional y otra racional.  La clásica dicotomía entre cabeza y corazón, racionalismo e idealismo, impulso o mesura.  Pero, claro, nuestro cerebro emocional es muy anterior al cerebro pensante, el neocortex y,  por tanto, una derivación de él. Esto significa que ambos, emoción y pensamiento racional, están íntimamente ligados. 

Tras un repaso muy interesante sobre el funcionamiento del cerebro, el aprendizaje y la forma de gestionar nuestra memoria y nuestros miedos, Goleman se mete en faena para analizar lo que él considera “el coste del analfabetismo emocional” (pág. 339).  
Me detengo aquí, para que podáis profundizar más en estos conceptos, os animo a leer su libro. Seguro que os resultará, por lo menos, interesante.

Datos del libro
Nº de páginas: 514 págs.
Editorial: KAIROS
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788472453715

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