viernes, 8 de julio de 2016

Las cosas han cambiado incluso tras las elecciones


Fuente: eldiario.es
¿Seguirá habiendo recortes? ¿Seguirán bajando los salarios? Seguramente sí. El déficit es el que manda y nadie garantiza ni las pensiones. ¿Ha salido bien la alianza entre Podemos e IU? Es evidente que no; la coalición, en vez de sumar, ha restado. ¿Se ha quemado la figura de Pablo Iglesias? Sí, bastante, aunque todavía no está desahuciado políticamente y sigue teniendo un gran gancho electoral. Pero el resultado de Podemos e IU no  dependerá del carisma de un líder, sino del trabajo colectivo en muchos ayuntamientos, barrios, pueblos y comunidades autónomas, así como del papel que se tenga en la oposición en el Congreso de los Diputados. Toda fuerza política que quiera alcanzar el poder necesita agarre territorial y paciencia. Mucha más paciencia de las que algunos tienen. En la política, el tiempo no va tan deprisa como se quiere.

Es cierto que IU ponía encima de la mesa cierta estructura territorial. No obstante, su fuerza era reducida y creo que muchos votantes de la organización han retirado su apoyo a la nueva candidatura.
Llevo tiempo desarrollando una hipótesis basada en la especulación, pero, debido a lo que fallan las encuestas, me animo a soltarla. Como digo al principio, seguramente habrá más recortes. Podemos leer en la prensa que la hucha de las pensiones se ha llevado un nuevo tajo. No sabemos bien cómo afectará el Brexit a nuestra economía, porque tampoco creo que a los británicos les vaya tan mal como pretenden vender algunos, pero la incertidumbre es lo que más enferma a la economía y las dudas sobre la Unión Europea y el euro nos golpean, y mucho, sobre todo a nuestra prima de riesgo. Por lo tanto, pienso que en dos años viviremos cambios en el panorama político, porque esta vez veo complicado que un gobierno puede aguantar con nuevos recortes que, seguramente, afectarán a los servicios públicos. Quizá sea Unidos Podemos quien mejor se sitúe para canalizar el descontento o quizá sean Ciudadanos o el PSOE, no lo sé, dependerá del papel que jueguen ahora y de la capacidad para mantener una cohesión interna fuerte y una conexión con el sentir popular lo más intensa posible.

Hay otra afirmación en relación a las elecciones que tampoco me entra en la cabeza. Es verdad que el miedo ha movilizado el voto útil a favor del PP, pero, ¿ y ese más de un millón de personas que han dejado de votar a Podemos o a IU? ¿También tenían miedo de que cambiara el panorama?

EL escenario político actual no va de etiquetas. Creo que estamos en un escenario en que hablar de izquierdas y derechas confunde al personal. A un anciano de setenta y cuatro años que vote al PP le afectan los recortes en su ambulatorio lo mismo que a un treintañero que vote a Unidos Podemos. Volver a plantar la lucha política como algo entre los de arriba y los de abajo es más inteligente y considero que Podemos intentará de nuevo orientarse por esta senda. ¿Le permitirá su pacto con IU adentrarse de nuevo en este camino?

La campaña electoral ha sido una carrera llena de errores. Pablo Iglesias bautizándose como socialdemócrata y alabando a Zapatero es algo que no termino de entender. En vez de plantear un debate sobre cuestiones concretas, se hablaba más tiempo sobre el hipotético gobierno de coalición con el PSOE.

Para presentar un proyecto político es necesario plantear los objetivos y los medios de forma racional, técnica y sin lagunas, y el debate político sólo debe girar alrededor de estos temas. El apoyo y la lealtad a un nuevo gobierno no vendrá porque esté conformado por los  más guapos o emocione, sino porque solucione los problemas de la ciudadanía.



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